Los femorales o isquiotibiales son un grupo muscular que a menudo olvidamos trabajar, pero cuyo entrenamiento es más que necesario si lo que deseamos es tener unos miembros inferiores fuertes y estéticamente desarrollados.
Como se encuentran en la parte posterior del cuerpo y no es visible a nuestros ojos, excepto en un espejo, con frecuencia no le brindamos la importancia que se merecen, pero si queremos lograr un desarrollo integral de las piernas, debemos considerarlos prioritarios e incluirlos, tal como las sentadillas, en nuestra rutina.
Para no caer en desequilibrios musculares y que la armonía reine en nuestro cuerpo, es importante prestar atención a los femorales, grandes olvidados que si los entrenamos, permitirán una buena forma en las piernas, unos buenos glúteos y más agilidad así como movilidad a los miembros inferiores.
El grupo muscular está compuesto por tres porciones: el bíceps femoral que consta de dos cabezas (larga y corta) y sirve para flexionar la rodilla y extender la cadera; el semitendinoso y el semimembranoso que agrandan la extensión interna de los femorales y ayudan a girar la rodilla.
Como vemos, su función es de gran importancia, no sólo para grandes atletas, sino para actividades cotidianas. Por ello, podemos comenzar por entrenar esta parte olvidada de las piernas mediante la realización de curl de femorales de pie o acostado o bien, con peso muerto o buenos días.
Siempre es necesario comenzar de a poco para no caer en riesgo de lesiones y contar con el apoyo de un entrenador que supervise y/o dirija el entrenamiento. No olvidando que los femorales existen y su entrenamiento es más que necesario para conseguir unas piernas perfectas y funcionales.
Este ejercicio consiste en: Acuéstese en la máquina, con los tobillos colocados bajo la almohadilla. Colóquese de manera,que las piernas estén ligeramente flexionadas. Esto permitirá mantener en tensión constante los músculos femorales, durante todo el ejercicio. Doble las rodillas, deteniéndolas antes de que las piernas adopten una posición vertical. Preste atención a que las placas de peso utilizadas, no se apoyen nunca sobre las restantes.
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Como se encuentran en la parte posterior del cuerpo y no es visible a nuestros ojos, excepto en un espejo, con frecuencia no le brindamos la importancia que se merecen, pero si queremos lograr un desarrollo integral de las piernas, debemos considerarlos prioritarios e incluirlos, tal como las sentadillas, en nuestra rutina.
Para no caer en desequilibrios musculares y que la armonía reine en nuestro cuerpo, es importante prestar atención a los femorales, grandes olvidados que si los entrenamos, permitirán una buena forma en las piernas, unos buenos glúteos y más agilidad así como movilidad a los miembros inferiores.
El grupo muscular está compuesto por tres porciones: el bíceps femoral que consta de dos cabezas (larga y corta) y sirve para flexionar la rodilla y extender la cadera; el semitendinoso y el semimembranoso que agrandan la extensión interna de los femorales y ayudan a girar la rodilla.
Siempre es necesario comenzar de a poco para no caer en riesgo de lesiones y contar con el apoyo de un entrenador que supervise y/o dirija el entrenamiento. No olvidando que los femorales existen y su entrenamiento es más que necesario para conseguir unas piernas perfectas y funcionales.
Este ejercicio consiste en: Acuéstese en la máquina, con los tobillos colocados bajo la almohadilla. Colóquese de manera,que las piernas estén ligeramente flexionadas. Esto permitirá mantener en tensión constante los músculos femorales, durante todo el ejercicio. Doble las rodillas, deteniéndolas antes de que las piernas adopten una posición vertical. Preste atención a que las placas de peso utilizadas, no se apoyen nunca sobre las restantes.
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